CIERRALE LA PUERTA A LA BURGUISÍA GOLPISTA Y FASCISTA

El pueblo venezolano durante la década de los años sesenta 
desde que comenzó el primer gobierno del punto fijismo ha estado aprendiendo a medida de esos engaños que la burguesía venezolana propiciaba al mismo pueblo que venía de los cafetales, de los conucos, de las zonas pesqueras de todo el territorio nacional, quienes fueron invisibilizados desde la época de la colonia. Nunca el pueblo venezolano fue tomado en cuenta y la burguesía le trancaba las puertas a todo aquel que sobresaliera como líder en su comunidad, le compraba la conciencia para que desconociera ideológicamente sus raíces de procedencia y de no poderlo dominar, eran exterminados como si fuera plagas en un rosal.

     Esta es la historia venezolana contemporánea pura, donde un pensionado solo cobraba 45 bolívares mensuales, pero no había continuidad de esos pagos. 
   Esa burguesía apátrida venezolana y sus lacayos antinacionalistas aplastaban a esos ancianos cuando alzaban su voz, así es, era con bombas lacrimógenas, chorros de agua del famoso rinoceronte o la ballena y como si fuera poco a peinillazos y perdigonazos.
     Sigue la población venezolana los senderos agresivos de la burguesía apátrida, golpista y fascista, solo recibiendo migajas, no tenía acceso ni siquiera a entrar al Teatro Teresa Carreño, ni al Teatro Municipal de Caracas y mucho menos al Teatro Nacional de Caracas, pero cuando los principales partidos políticos, como lo eran Acción Democrática o Copei, los veían pasar por el frente de las casas de los pueblos y barrios de las principales ciudades del país prometiendo hasta lo imposible de cumplir y volvía el pueblo a votar por los mismos representantes, quienes una vez más, se robaban el dinero de las arcas de la nación y traicionaban al pueblo.
     El pueblo venezolano hasta comida para perros tuvo que comer, preparar teteros para los infantes con el agua de la cocción de los espaguetis, salió a las calles tocando sus cacerolas por la falta de comida y por la inflación galopante por encima del 110% y un aumento de la pobreza del 80%, cifras aportadas por Banco Central de Venezuela de la época, se revelo el pueblo y fue masacrado por la burguesía venezolana con ayuda de los militares de la época, provocando el llamado “Caracazo”.
     Después de la intentona militar del 4 de febrero de 1992 protagonizada por Hugo Chávez y ese “Por Ahora”, la burguesía se lanza en un Golpe de Estado y solo duro 47 horas lo que es llamado “El Carmonazo”, pero el pueblo retorno a Chávez y arremete nuevamente la burguesía aparece con un paro petrolero, pero los venezolanos vuelven a votar por el comandante Hugo Chávez y fallece dejándole una tarea al pueblo.
     Nuevas elecciones son convocadas por mandato constitucional y fue elegido por mayoría Nicolás Maduro, el primer mandatario chavista, pero la burguesía golpista y fascista arremete una vez más contra el pueblo, destruyendo las fuentes en diferentes capitales del país, incendiando vehículos de instituciones del estado y de particulares, incendiando centro de diagnósticos integrales popularmente llamados (CDI), secuestrando médicos venezolanos y extranjeros, enfermeras y pacientes dentro de estos (CDI) provocando pánico colectivo en la población, asesinando a tiros por la espalda a luchadores sociales en diferentes poblados y ciudades del país, arroyando con vehículos a personas solo por su posición política, utilizando motorizados con motos de alta cilindrada encapuchados y armados para tirotear al pueblo llano, destruyendo escuelas y sus materiales para realizar las actividades propias de estas instituciones.
     Son los cuerpos de seguridad del estado los que toman cartas en el asunto y comienzan a caer como moscas los personajes que han sido utilizados por esa burguesía apátrida, golpista y fascista y son puestos a la orden de las autoridades competentes.
     Pero son los medios de comunicación e información privados los que silencian, otra vez, las acciones de los facinerosos, utilizando todos los medios informativos, los cuales son ellos los dueños, para opacar la acción del gobierno y manipular la información y ocultar a los actores intelectuales y materiales de los hechos que se han suscitado en el país después de ser leídos los comicios electorales.
     A viva voz sale por los canales privados de la derecha encadenados para hacer llegar el mensaje agresivo para que salgan sus votantes engañados para que se enfrenten pueblo contra pueblo, irrespetando a todas las instituciones publicas nacionales como: al Tribunal Supremo de Justicia, al Consejo Nacional Electoral, al Ministerio Publico, a presidentes como: Evo Morales (de Bolivia), Raúl Castro (de Cuba), Cristina Fernández (de Argentina), a Mahmud Ahmadineyad (de Irán) por solo citar algunos, a delegaciones representantes de diferentes naciones del mundo como: China, Rusia, Palestina por solo citar otras.   
     Ha, pero esto no queda allí, burlándose también de los observadores internacionales después de entregar sus respectivos informes de los comicios a las autoridades del Consejo Nacional Electoral, despotricando del pueblo cubano de una manera esquizofrénica, entre otros, demostrando lo que siempre mantuvo en silencio, que era, si respetaría los comicios pero aún no los reconoce.
     Pero ya es hora de que todos los que estén involucrado en los diferentes frentes antinacionalistas, apátridas, golpistas y fascistas que sepan que hay un pueblo que eligió a un nuevo mandatario, que esta dispuesto a hacerle frente a los ataques de la burguesía y que sean las leyes venezolanas quien ponga en cintura a todo aquel que perturbe la paz de la nación.  
      

OTRA DERROTA MÁS

     Otra derrotada más para la bancada opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), representada por Henrique Capriles, que en menos de seis meses se a postulado como candidato presidencial en dos oportunidades, la primera el 7 de Diciembre de 2012 ganadas por Hugo Chávez, la segunda el 14 de Abril de 2013, perdiendo dichos comicios contra Nicolás Maduro, efectuada con la masiva asistencia del 80% de los electores registrados ante el Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela.
     Este proceso se lleva a cabo con toda normalidad, transparencia y civismo por parte del pueblo venezolano quien asiste a las urnas para ejercer su derecho contemplado en la carta magna, depositando su voto para escoger al próximo presidente de la República Bolivariana de Venezuela después del fallecimiento de Hugo Chávez el 5 de marzo de 2013,  resultando ganador Nicolás Maduro Moros.
     El árbitro de estos comicios es el Consejo Nacional Electoral (CNE), este publica boletines para informar en cadena nacional a la población, el desarrollo del evento, el cual esta contemplado en nuestra carta magna. Son solucionadas las fallas de las máquina utilizada,  estas son remplazadas de forma inmediata quedando asentado por escrito en acta firmada por todos los integrantes de la mesa la cual allá presentado falla.
     A las seis de la tarde comenzó la finalización del evento electoral, realizándose las transmisiones de los escrutinios hacia la sede central del (CNE), una vez recibida la información de cerradas todas las mesas electorales a nivel nacional y recibidas todas las transmisiones referente a estos comicios, comienza el conteo de todos los votos los cuales darán como resultado de forma irreversible con el 99.12% de todas las mesas electorales.
     Todos los involucrados en el evento electoral han firmado conforme respecto a la transparencia de los mismos y es el árbitro electoral quien da el veredicto.
     Se explica de una forma clara a todo el país en cadena nacional y presentan cifras oficiales publicadas por el ente colegiado, las cuales son: Cantidad de electores: 18.903.143; cantidad de votantes: 14.775.641 con el (78.71%) de votantes; Abstención de votantes: 4.127.502; votos para el oficialismo: 7.505.338 con (50.66%); votos para la oposición 7.270.303 con (49.07%) y la diferencia fue de 235.035 votos.
     A la oposición solo le queda aceptar los resultados expresados por el votante y los colegiados del (CNE) y reconocer la transparencia del ente encargado, no es holgada la victoria del oficialismo, pero en democracia, hasta por un voto se gana o se pierde y es por ello que hay que saber ganar y saber perder.
     Siempre hay que respetar al contrincante de manera que así se fortalezca la democracia y la convivencia entre todos los venezolanos.